¿Qué es una reserva de Biósfera?

Reserva de Biósfera

Las reservas de biosfera son lugares que la UNESCO distingue dentro del “Programa M HYPERLINK “http://www.unesco.org/new/es/natural-sciences/environment/ecological-sciences/man-and-biosphere-programme/ ” (Hombre y Biosfera, UNESCO 1974) en los cuales se busca conciliar el desarrollo humano y la conservación de la naturaleza. Según el marco estatutario de la Red Mundial de Reservas de Biosfera (UNESCO, 1985) las reservas de biosfera son “zonas de ecosistemas terrestres o costero/ marinos, o una combinación de los mismos, reconocidas en el plano internacional como tales en el marco del Programa MaB”.

La importancia

Son espacios representativos de ecosistemas valiosos y territorios adecuados para la conservación, investigación científica, aplicación de modelos de desarrollo sostenible y resguardo de servicios ecosistémicos. En su desarrollo es protagonista la población local. Las reservas de biosfera son propuestas por los gobiernos ante UNESCO y se encuentran bajo la jurisdicción soberana de los países en que se encuentran. Las reservas cuentan con reconocimiento internacional y constituyen “sitios de apoyo a la ciencia al servicio de la sostenibilidad”, es decir, zonas especialmente designadas con objeto de probar enfoques interdisciplinarios para comprender y gestionar los cambios e interacciones de los sistemas sociales y ecológicos, incluidas la prevención de conflictos y la gestión de la biodiversidad (CONAF).

Reservas de Biósfera en Chile

En Chile existen 10 reservas de biosfera que comprenden una superficie, aproximada, de 11,4 millones de hectáreas, de las cuales cerca de 3 millones de hectáreas corresponden a áreas marinas (CONAF). De norte a sur, son las siguientes: Lauca (1981); Bosque Fray Jorge (1977); La Campana-Peñuelas (1984); Archipiélago Juan Fernández (1977); Corredor Biológico Nevados de Chillán-Laguna del Laja (2011); Araucarias (1983); Bosques Templados Lluviosos de Los Andes Australes (2007); Laguna San Rafael (1979); Torres del Paine (1978) y; Cabo de Hornos (2005).

Reserva de Biósfera “Corredor Biológico Nevados de Chillán-Laguna del Laja”

El “Corredor Biológico Nevados de Chillán-Laguna del Laja” fue declarado Reserva de La Biósfera el 29 de Junio del año 2011. Sus límites administrativos corresponden a los definidos en los Decretos Supremos Números 295, de 1974, y 391 del año 1978, ambos del Ministerio de Agricultura (MINAGRI) de Chile, que fueron los decretos de creación del Área de Protección Cordillerana. El Corredor Biológico Nevados de Chillán-Laguna del Laja fue creado con el propósito de proteger importantes cuencas hidrográficas y ríos, recursos naturales que constituyen la base del potencial hidroeléctrico de Chile. Mantener la flora y fauna de la zona, su belleza escénica, suelos y brindar una adecuada y efectiva protección a los hábitats de especies emblemáticas. La creación de la Reserva de La Biósfera fue un paso relevante en la labor de conservación que se ha efectuado durante décadas en el territorio andino de las regiones de Ñuble y de Biobío.


El territorio andino de la reserva comprende una superficie de 565.807 hectáreas, que forman parte de las regiones del Biobío y de Ñuble, ubicadas en Chile Central. En la Región de Ñuble forman parte de la Reserva, de norte a sur, las comunas de San Fabián, Coihueco, Pinto, El Carmen, Pemuco y Yungay. En la Región de Biobío, las comunas de Tucapel y Antuco. Este vasto territorio comprende diversos ambientes de gran valor ecológico y cultural, entre los que podemos destacar: nacientes de las cuencas hidrográficas de los ríos Itata y Laja; imponentes cordones de cerros nevados y volcanes, entre ellos Los Nevados de Chillán, Volcán Antuco y Sierra Velluda; laguna del Laja y otros cuerpos lacustres, caudalosos ríos que drenan la cordillera de Los Andes de este a oeste; bosque nativo y valles precordilleranos. Desde un punto de vista climático, es una zona de transición entre un clima mediterráneo, por el norte, y uno más húmedo y lluvioso por el sur. Esta condición le otorga una gran riqueza y diversidad biológica. Posee una alta diversidad de asociaciones vegetales; confluencia de ecosistemas amenazados; alto nivel de endemismo; presencia de la única población de huemules de Chile central y corredor migratorio de aves rapaces.


La reserva posee una zonificación de su territorio, que incluye zonas núcleo (Parque Nacional Laguna del Laja, Reserva Nacional Ñuble, Reserva Nacional Huemules de Niblinto y Santuario de La Naturaleza Huemules de Niblinto), de amortiguamiento y de transición, según las directrices propuestas por UNESCO.

Zonas de las reservas de biósfera

⦁  Aquellas dedicadas a la protección a largo plazo y puede haber una o más zonas núcleo, jurídicamente constituidas. En Chile, estas zonas deben ser áreas protegidas y creadas mediante un decreto gubernamental. En el caso de la Reserva de Biósfera Corredor Biológico Nevados de Chillán-Laguna del Laja, la zona núcleo tiene una superficie de 96.843 hectáreas, cifra que corresponde a un 17% de la totalidad de su territorio. Las unidades bajo protección oficial son: Parque Nacional Laguna del Laja, Reserva Nacional Ñuble, Reserva Nacional Los Huemules de Niblinto y Santuario de la Naturaleza Los Huemules de Niblinto.

⦁Esta zona circunda la zona núcleo de la reserva, colindando con ella. Como criterio general, en esta zona se pueden realizar actividades que tengan relación con los objetivos de conservación de la zona núcleo. Cubre una superficie estimada en 395.010 hectáreas, valor que representa un 70% de la Reserva de la Biósfera.

⦁Esta macro-área rodea la zona de amortiguamiento y no tiene contacto o no colinda con la zona núcleo. En esta zona, y de acuerdo a las directrices de UNESCO, se pueden desarrollar usos múltiples, siempre y cuando se fomenten y desarrollen formas de explotación sostenible de los recursos naturales y culturales. Esta zona abarca una superficie de 73.954 hectáreas, cifra que corresponde a un 13% de la reserva.

Reserva de Biosfera “Corredor Biológico Nevados de Chillán-Laguna del Laja”
Historia reciente:

El año 2011 UNESCO integró a la Red Mundial de Reservas de la Biósfera al “Corredor Biológico Nevados de Chillán-Laguna del Laja”, territorio cordillerano cuyo valor ecológico fue descubriéndose desde la década del 70. Desde ese período, numerosas personas, grupos y organizaciones han trabajado para su protección y conservación. Como hitos importantes de estas acciones de conservación, tanto públicos como privados, podemos mencionar los siguientes:

 

⦁ Trabajos de investigación sobre población de huemules de Anthony Povilitis en los años 70.

 

⦁ Promulgación de Decretos Supremos 295, de 1974, y 391 de 1978 del Ministerio de Agricultura (MINAGRI) que crean un área de protección cordillerana cuyo objetivo es la protección de la flora, fauna, principalmente el Huemul, potencial hídrico, suelos y paisaje, delimitando además el área que más tarde será identificada como Corredor Biológico.

 

⦁ Creación de la Reserva Nacional Ñuble y, a fines de los años 90, del Santuario y Reserva Nacional Los Huemules del Niblinto.

 

⦁ A partir de la década del 90 se llevan a cabo diversas iniciativas de investigación científica y acciones de educación y organización comunitaria, procesos en los que instituciones públicas y ONGs jugaron un rol protagónico.

 

⦁ Contribuciones de empresas privadas que han incrementado una cantidad importante de superficies dedicadas, explícitamente, a la conservación de flora, fauna y aguas, dentro de los límites de la reserva. En este último punto, destacan las iniciativas de monitoreo de poblaciones de huemul.

 

⦁ Inicios del Siglo XXI, esfuerzos por articular la asociación de distintos actores en el trabajo de conservación y desarrollo local, como lo fue la firma del Convenio Intersectorial del año 2006. En esa ocasión, 28 autoridades regionales, alcaldes, representantes académicos, propietarios de predios, representantes gremiales y de vecinos, así como de organizaciones no gubernamentales, se comprometieron a cooperar en un trabajo conjunto para la conservación de la biodiversidad en el territorio de la reserva.

 

⦁ Reconocimiento, por parte de CONAMA, del Corredor Biológico como un “área colocada bajo protección oficial”, esto para efectos del Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental. El fundamento para esta declaratoria se encuentra en los Decretos Supremos Nº 295 de 1974 y 391 de 1978, ambos del Ministerio de Agricultura, documentos que delimitan geográficamente el área y la protegen mediante un acto de autoridad pública, con la finalidad de efectuar una protección ambiental.

 

⦁ Año 2009 se inicia el proceso de postulación del Corredor Biológico y área de Protección Cordillerana al estatus de Reserva de Biósfera, que finalizó con la declaratoria favorable el año 2011.

 

⦁ Año 2011, Resolución Exenta Número 2554 del Gobierno Regional de la Región del Biobío, acto administrativo que dio origen a la estructura de gobernanza de la reserva.

 

⦁ Año 2014, Resolución Exenta Número 2505 del Gobierno Regional de La Región del Biobío, se aprueba Reglamento del Consejo de Gestión de la reserva.

 

⦁ Año 2017, licitación estudio “Diagnóstico Plan de Gestión Reserva de La Biósfera Corredor Biológico Nevados de Chillán-Laguna del Laja”, código BIP número 30414775-0”, que sería adjudicado al Centro de Ciencias Ambientales EULA-Chile de la Universidad de Concepción.

 

⦁ Año 2019, el Consejo de Gestión aprueba el Plan de Gestión de la reserva de biosfera “Corredor Biológico Nevados de Chillán-Laguna del Laja”.