Gracias a la cordial invitación de la Asociación de Andinismo de Ñuble, representada por Marcela Hidalgo, Melandro Serrano y Víctor Palaveccino, profesionales de los Programas FIC de Gestión Ambiental y Desarrollo Productivo visitaron el refugio Garganta del Diablo, parador de andinistas y turistas, ubicado a unos 15 kilómetros de Las Trancas, en la comuna de Pinto. Una ardua caminata de más de dos horas a través de bosque nativo, escoriales, basaltos e imponentes formaciones geológicas y paisajes cordilleranos. A nuestra llegada nos saludan algunos visitantes que comparten la comida y sus impresiones del viaje, son personas mayores, respetuosas, de gran espíritu y fortaleza. Luego de un reparador descanso, comenzamos la plática con nuestros amables anfitriones y el levantamiento del sitio con nuestro dron. Ya avanzada la tarde los temas e ideas decantan, junto a una choripanada que revitalizará el descenso; la gestión del refugio como sitio patrimonial y punto de referencia de los amantes de la montaña, los malos hábitos de los visitantes y la forma de colaborar de los programas FIC con la Asociación de Andinismo, son algunos puntos destacados. Al regreso, observamos con preocupación el gran impacto ambiental del mountabike (Bike Park Nevados de Chillán) en los alrededores del refugio y en las pistas de descenso y, a pesar de todas estas prácticas, una pareja de carpinteros nos recuerda que estamos en su hogar y que persistirán. El atardecer es silente y comprendemos porque estamos en una reserva de biosfera.
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