“Saberes y sabores de montaña” fue organizada por los vecinos y el municipio de Coihueco, con el apoyo de los dos programas FIC que ejecuta la U. de Concepción en el corredor biológico Nevados de Chillán-Laguna del Laja.

Los vecinos del sector Las Lumas, en la zona cordillerana de la comuna de Coihueco, región de Ñuble, en conjunto con el municipio, desarrollaron la primera versión de la fiesta costumbrista “Saberes y sabores de montaña; Las Lumas te invita”, con el apoyo de los dos programas FIC -Gestión Ambiental Sustentable y Fomento Productivo y Desarrollo Territorial – que ejecuta la Universidad de Concepción en la Reserva de la Biósfera “Corredor Biológico Nevados de Chillán-Laguna del Laja” con recursos del Gobierno Regional de Ñuble.

La actividad, que se realizó en dos jornadas, contó con una feria de productores locales de la agricultura familiar campesina y con música en vivo, donde destacó la gastronomía tradicional, con comidas como el asado de cordero y chivo al palo, los productos derivados de la avellana chilena y la endémica perca trucha, además de la muestra de otros productos artesanales que elaboran los vecinos del sector, como yugos para yunta de bueyes, muebles y tejidos.

En la inauguración participaron vecinos y visitantes, autoridades municipales encabezadas por el alcalde de Coihueco, Carlos Chandía Alarcón y miembros del Concejo Municipal; Pablo San Martín Saavedra, coordinador para la Reserva de la Biósfera del Gobierno Regional de Ñuble; la Dra. María Eugenia González Rodríguez, decana de la Facultad de Ingeniería Agrícola UdeC; el Dr. Gerardo Azócar García, director del Programa de Gestión Ambiental Sustentable de la Reserva de la Biósfera y académico del Departamento de Planificación Territorial y Sistemas Urbanos UdeC; y el Dr. Jorge Jiménez Del Río, director del Programa de Fomento Productivo y Desarrollo Territorial de la Reserva de la Biósfera y director del Departamento de Ingeniería Industrial UdeC.

El Dr. Azócar explicó que, Las Lumas, caserío ubicado a 25 kilómetros al oriente de Coihueco, está inserta en la Reserva de la Biósfera, donde viven 45 familias cuyas principales actividades son la agricultura y la ganadería en pequeña escala, así como la recolección de productos forestales no maderables (PFNM), como el maqui y la avellana.

“Es primera vez en su historia que se hace una fiesta costumbrista”, subrayó el académico, quien recordó que, “después de harto trabajo, finalmente esta idea se materializó”, cuyo objetivo principal, dijo, “es dar a conocer esta localidad, en el contexto de la comuna y de la región, lo que hace la gente y que ellos puedan valorizar más lo que son, sus tradiciones, su propia organización, y que puedan vender también algunos de sus productos, por ejemplo, la avellana, la miel, el mildo, la harina de avellana, la avellana tostada, chicha o jugo de maqui y la perca trucha, que es un pez nativo, entre otros productos. Es un paso importante para avanzar en el desarrollo y calidad de vida de las familias que habitan este sector cordillerano de Ñuble”.

PROGRAMAS FIC EN LA RESERVA DE LA BIÓSFERA

En agosto de 2022 la Universidad de Concepción comenzó la ejecución de dos programas en la Reserva de la Biosfera financiados por el Fondo de Innovación para la Competitividad (FIC), del Gobierno Regional de Ñuble, los que se extenderán hasta 2025, y que tienen su origen en el Plan de Gestión de la Reserva, elaborado el año 2019 por el Centro de Ciencias Ambientales EULA-Chile de la Universidad de Concepción.

Se trata del “Programa de Gestión Ambiental Sustentable”, a cargo del Centro Eula, que integra a académicos de distintas facultades; y el “Programa de Fomento Productivo y Desarrollo Territorial”, radicado principalmente en la Facultad de Ingeniería Agrícola e Ingeniería.

El primero, es un instrumento de gestión que permitirá orientar la inversión pública con criterios de sustentabilidad, equidad territorial, inclusión y participación local y comunitaria en la Reserva de Biosfera. En tanto, el Programa de Fomento Productivo está orientado a apoyar innovaciones a través de la producción y comercialización de PFNM, el desarrollo de emprendimientos turísticos sostenibles y apoyar las capacidades locales para la gestión de actividades productivas compatibles con los objetivos de conservación del territorio.

El académico remarcó que, “hay un compromiso de la Universidad de transferir sus capacidades, difundir lo que se hace en la Reserva, articularse en el trabajo con los municipios, con los servicios públicos y también con las organizaciones de la sociedad civil”.

“Hay enormes potencialidades para que esta zona de la Cordillera y la Reserva sean un emblema de lo que es posible en temas de conservación de especies y de la biodiversidad, pero también de entregar alternativas a las personas, a las comunidades que viven en la Reserva. Son comunidades rurales, aisladas, con muchos déficits sociales de infraestructura, de equipamiento, sin puentes, con mucha precariedad, por lo tanto, el programa también se hace cargo de estas necesidades, de levantar esta información y de canalizarla hacia el Estado para poder focalizar de mejor manera la inversión, pero cuidando el patrimonio natural y cultural que tiene este territorio”, concluyó el Dr. Azócar.

El corredor biológico fue declarado Reserva de la Biosfera por la Unesco en 2011 y tiene una superficie de 572.423 hectáreas que se extienden por ocho comunas cordilleranas, desde San Fabián, en la región de Ñuble, hasta la comuna de Antuco, en la región del Biobío. 

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